domingo, 15 de abril de 2018


PARA QUE SIRVEN LAS NACIONES UNIDAS?



La Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue fundada en 1945 para dirimir las diferencias entre los paises miembros, preservar la paz mundial y garantizar la solución política de los conflictos. En su Carta programática, la ONU  codifica los grandes principios de las relaciones internacionales, reprimiendo todo acto de agresión u otra ruptura de la paz. El Consejo de Seguridad, donde cinco países tienen derecho de voto (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y el Reino Unido) tiene como principal responsabilidad el mantener la paz y la seguridad internacionales.
Por lo tanto, en acorde con el derecho internacional, todo acto de agresión no autorizado por el Consejo constituye “de facto” una violación de los principios que dieron nacimiento a la ONU. Cierto es, sin embargo, que frente al derecho de veto, muchas de las resoluciones presentadas al Consejo no llegan a materializarse.
La idea de que se puede estar dentro y fuera de las Naciones Unidas ha sido puesta en práctica desde el mismo día en que fueron creadas. El primer ejemplo es el de Israel que, de manera sistemática, ha desatendido todas las resoluciones del Consejo relativas a los territorios ocupados por este país a partir de la guerra israélo-árabe de 1967.
Los EEUU invadieron Irak en marzo de 2003 sin tener en cuenta al Consejo, acusando a Bagdad de disponer de un arsenal de armas de destrucción masiva, lo que luego se pudo comprobar que no correspondía a la realidad. Los EEUU querían liquidar al régimen de Sadam Husein y no les importaba violar tratados y derechos.
El pasado sábado, el presidente Trump, apoyado por la Primera ministro británica, Theresa May, y el presidente francés, Emanuel Macron, bombardearon diversas instalaciones militares sirias, en respuesta al empleo de gases tóxicos, presuntamente lanzados por el régimen de Bachar El Assad contra la localidad de Duma, en manos de los rebeldes.
Washington, Londres y Paris han asegurado que disponen de pruebas de que fue Damasco el responsable del empleo del arma química. Sus fuentes: los informes de sus servicios de inteligencia. Pero hasta ahora no han presentado la menor prueba fidedigna.
Los servicios de inteligencia no tenían agentes en Duma y, por lo tanto, sus fuentes eran los propios rebeldes y las fotos y videos mostradas por éstos en las redes sociales. Ni que decir tiene que estas fuentes no eran neutrales.
Cuando se dio a conocer el empleo de gases, el ejército sirio estaba a punto de penetrar en Duma, lo que hizo este domingo, de manera que uno puede interrogarse ¿para que gasear si la zona iba a ser ocupada?
No se ha prestado la atención debida a las declaración hecha por los rebeldes en el sentido de calificar de “farsa” el bombardeo del trío occidental, afirmando que su deseo fue y sigue siendo eliminar a El Assad. A los rebeldes no les basta con que Trump lance sus misiles; lo que desean es que se bombardee y mate al presidente sirio.
Pero el general Mattis, ministro estadounidense de Defensa, ha señalado que los EEUU no persiguen cambiar el régimen que gobierna en Damasco. Por lo tanto, el envío de misiles no ha satisfecho sus esperanzas.
¿Habrían montado los rebeldes del grupo, Jayish El Islam, el escenario del ataque neurotóxico? Difícil de creer; sería una verdadera provocación, pero no puede afirmarse que es imposible. La rebelión contra El Assad está retrocediendo en todo el país desde que Rusia e Irán se han puesto del lado de Damasco, y a estas alturas los rebeldes no son criaturas incapaces de organizar una matanza de esas características, si estiman que la reacción occidental les va a ayudar en sus intentos de eliminar al régimen legal que gobierna Siria.
 Es oportuno recordar que cuando Sadam Husein empleó masivamente el arma química, durante la primera guerra del Golfo, contra la población de kurdos iraquíes, y luego contra Irán, los países occidentales no reaccionaron contra el dictador de Bagdad, porque entonces le estaban apoyando. Cinco mil habitantes del pueblo iraquí de Halabja murieron a causa de los efectos de gases sarín, mostaza y Tabum, y otros diez mil resultaron seriamente heridos.
En octubre de 2013 el semanario francés “Le Nouvel Observateur” afirmó que tres empresas francesas (Carbone Lorraine, Protec y De Dietrich) habrían ayudado a Irak a la producción de gases. Las tres firmas aseguraron que nunca vendieron directamente a Bagdad sus productos, añadiendo que “no podían ser responsables de lo que pudieran hacer los intermediarios”. La asociación de víctimas de Halabja afirma que Francia no fue el único país occidental que ayudó a Husein a crear sus reservas de gases tóxicos.
¿Para que sirve la ONU, pues, si lo que debía ser un cortafuegos se convierte en una barrera minúscula que algunos gobiernos saltan alegremente? El general De Gaulle decía la ONU era “esta extravagancia” (ce machin) que para poco servía. Tenía razón el hombre que liberó a Francia de la invasión nazi. Y lo que dijo todavía sirve de referencia.

Manuel Ostos





No hay comentarios:

Publicar un comentario